Yo no quiero ser una estrella, quiero ser un planeta. Porque las estrellas se caen constantemente, brillan por su torpeza. No son mejores que un borracho que trastabilla y deja a su paso una estela de promesas incumplidas, una cuenta sin pagar, un vaso vacío. Y la gente, por alguna extraña razón, sigue malgastando sus deseos, los tira al aire y los hace flotar hacia una noche de miles de ojos que no ven. ¿Acaso no saben que no se puede confiar en un borracho?
A mí las tormentas, los desiertos y el frío, nunca el olvido.
1 comentario:
q bueno este escrito rocko!! me encantó, pude ver otro lado de tu escritor interior, muy bueno, felicitaciones!!
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