Ella Juega con su caleidoscopio,
lo gira y lo agita hasta amoldar
esa figura que encaje perfectamente
con el momento que le toca vivir,
porque eso es lo que hace la gente normal.
Yo camino por una alfombra roja
que se pierde a la distancia
(no la llamaría horizonte),
y cada noche, antes de dormir,
desprendo de mis pies un fragmento de vidrio
distinto al de la noche anterior.
La memoria es la madre de las miserias.